domingo, 7 de septiembre de 2014

Para Chakels, el gato de la Cola Peluda.

Hoy cumple 4 años un monstruo negro que le puse por nombre Chakels. Pero hoy también a ese monstruo negro me toca decirle adiós. Y fue un 7 de septiembre que lo rescate del bosque de la UTP. Estaba tirado y lánguido. Maullando de hambre y yo me lo metí al bolsillo del uniforme y lo lleve a la casa. Cabía perfectamente en la palma de mi mano. Solo tenia una tostada para darle y no se la comió. Durmió conmigo esa noche en mi axila, ronronio hasta que se durmió. Y poco a poco fue creciendo y ya se dormía conmigo en la cama. A las 10 de la noche ponía la cabeza en la almohada y se dormía hasta las 5:30. Y yo le enseñe a comer, le enseñe a estar solo, le enseñe que el alpin de chocolate era para él, le enseñe a ir al baño y a que no se metiera al baño, le enseñe a desconfiar de quien lo quisiera tocar. Porque era un monstruo de 53 cm y 7 kilos. Y como vamos a extrañar que venga a las 12 de la noche a pedir comida y luego a las tres. Su cola peluda en nuestra nariz. Verlo entre las plantas dormido como muerto, sus bigotes largos, su pelaje negro, blanco y rojo, sus unas que dejo más de una vez en mis manos cuando intenté bañarlo, sus maullidos cuando estaba aburrido, las cascabeles que se comió, los paseos en moto, las cocas que le compré en Perú, su alimentación exclusiva y verlo ahí en el tejado, o parado al lado de la puerta, con su cabeza en la almohada y sobre todo "el gato de la cola peluda". Para mi fue un orgullo y un honor haber sido tu amo, tu hermano y papá. No tenemos los mismos cromosomas, ni somos de la misma raza, somos dos mamíferos, un primate y un felino, dos hermanos. 

Siempre, siempre, siempre en el corazón.