lunes, 23 de marzo de 2015

Amigo.

Viéndolo siempre de maneras diferentes a como lo encuentro a él. 
Hago pensamiento con el recuerdo de lo que él es cuando me habla, y en cada pensamiento él varia de acuerdo con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me dudo de sentir, sólo por pensar en él.
No sé bien lo que quiero, incluso de él, y yo no pienso sino en él.
Tengo una gran distracción animada cuando deseo consolarlo.
Casi que prefiero no encontrarla.
Para no tenerla que dejar después.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que quiero, quiero solamente pensar en él.
No pido nada a nadie, ni a él, salvo pensarlo.
Sentir cada día que es feliz.
No quiero que se vaya. Y no quiero dejar de pensar.
Amar es pensar.
La trivialidad de la visión del caleidoscopio que él me da.
Todos sus colores. Todos sus matices.
No sé si vivo o muero. No le digo nada a nadie.
Solo respiro y vivo. Pienso y amo.
Amar es pensar.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que quiero, quiero solamente pensar en él.