Sin duda, te voy a extrañar.
Tendré esa sensación de vacío y dolor, la incertidumbre de saber cómo estás, qué haces y qué vas a hacer.
Ya no tendré tu voz al medio día que me acompañen al almuerzo.
La cotidianidad me volverá un recuerdo, un tal vez, un hasta nunca.
Y todo lo que algún día soñé, desaparecerá.
Ya no me buscarás y yo ya no te esperaré.