jueves, 31 de enero de 2019

Armas para la Infancia.

En una clase de Trauma que tuve hace un año en la Universidad de Antioquia, la pediatra preguntó: ¿Donde caen las balas perdidas? Todos en el salón,  con asombro imaginamos mil respuestas pero nadie dijo nada. Ella contesto sin vacilar: “las balas perdidas siempre caen en la cabeza de un niño! Las armas así nos hayan ayudado a matar mamuts, leones, ciervos, ahora nos sirven para matar al otro, al viejito, al campesino, al de a pie, al niño”.

¿Por qué un sector del gobierno quiere que haya flexibilidad en el porte de armad en un país violento, que no quiere más guerra y lucha por la no impunidad y justicia?. ¿Justicia por sus propios medios?. Armar civiles solo tiene un nombre, en Venezuela ya lo hicieron, Unión Cívico Militar.
“Que Colombia no sea otra Venezuela” pero dándole armas a los civiles están haciendo lo mismo que hizo Maduro, la Unión Cívico Militar, no es nada más que Paramilitares, los mismos de Tierra Alta Cordoba , los mismos que en Trujillo Valle, los mismos que en Sopetran, Antioquia. Armas para la población? Para que los niños y jóvenes de Colombia cometan las mismas masacres que en Virginia Tech o Parkland?

Las balas perdidas siempre caen en la cabeza de un niño... en las de sus hijos, sus sobrinos, sus nietos. ¿Van a permitir que los maten civiles por un capricho de un sector del gobierno?

martes, 22 de enero de 2019

Lideres Sociales.

Cuando uno ve las notas de los lideres sociales asesinados sin ninguna palabra de indignación por parte del gobierno, cuando lees sus nombres, cuando en algunos de tus viajes has estado cerca de esas muertes, cuando ves su profesión  y comparas todo esto con tus conocidos: algunos son agricultores como mi papá, algunos docentes como mi mamá y tías, algunos son ganaderos y arrieros como mis abuelos, algunos son indígenas como mis pacientes de Trujillo, algunos solo son jóvenes y otros más ancianos, algunos de negritudes y minorías, algunos hacían lo que hacían por amor a su tierra y a su comunidad como la gente del pueblo de donde yo vengo, algunos estuvieron tentados u obligados a estar en la guerrilla, como mis pacientes guerrilleros de Risaralda, mis pacientes Paramilitares de Copacabana o Sicarios de Medellín, algunos líderes son de muy bajos recursos económicos como las mamás de mis niños del sur de Bogota. Todos tan singulares, con su sonrisa en las fotos, gente del común que nos recuerda a esas caras que vemos todos los días en la calle, en el trabajo, en nuestra familia y frente al espejo, gente tan Colombiana! 

Cuando yo llegué a Pereira a los 16 años, había un comentario que pretendía ser chistoso sobre las muertes del viaducto Cesar Gaviria. Decían: “No se suicide, vaya a Roldanillo”. Allá había una guerra de narcotraficantes, si, de narcotraficantes. Entonces.... “No se suicide, vuélvase líder social” sería mejor? Nos daría más ganas de reír? O de llorar?

Los lideres sociales están siendo asesinados. ¿Cuando va a detenerse estas muertes? ¿Cuando la Fiscalía va a investigar quienes son los asesinos? ¿Cuando la policía los va a proteger? ¿Cuando el gobierno va a hacer algo por evitar que sean asesinados? Lamentablemente los Lideres Sociales no están en el congreso, ni en una multinacional ni en un hospital. Están en el campo, en las zonas olvidadas por el estado casi desde que Simón Bolívar las visitó. ¿Será que la gente pondrá atención a los lideres sociales y sus asesinatos solo cuando sea asesinado alguien “importante”? O cómo dicen algunas personas de Medellín: ¿los pelen?

Yo sé que no soy antropólogo, ni comunicador social, ni abogado, ni político o economista. Yo soy médico, pero para algunos soy un “hijueputa guerrillero” “mamerto” “socialista-comunista”. Lo importante no es cómo me llamen, a mi me da igual la manera que me insulten, soy demasiado capitalista (Según la DIAN pertenezco al 4% de la población de Colombia con mejores ingresos y recursos económicos), vote por Fajardo (por segunda vez y me tome una foto con él) y no voy a una marcha desde que salí a protestar en contra del Plan Nacional de Desarrollo en el 2014 (Me acuerdo porque yo llevaba la bandera de Colombia) y pues como voy a hacer guerrillero, es algo que va en contra de todo lo que soy, pero vote el 2 de Octubre de 2016 porque se hicieran los acuerdos de Paz con las FARC.

Yo he estado en contacto con estudiantes de Los Andes y con sicarios en Medellín, con indígenas Del Valle y con pacientes en el Valle del Lili, con paramilitares en Copacabana y con mujeres Wayuu, con señoras adineradas de Shaio y con las señoras que toman Trasmilenio para ir a la localidad de Usme, con desempleados y herederos, con drogadictos, prostitutas, presos y violadores, con guías turísticos, profesores de música, poetas y pesqueros de Buenaventura. Con católicos, cristianos y mormones. Con niños con Cáncer y niñas en embarazo. Con habitantes de calle y extranjeros. Todas esas situaciones las he conocido: la desigualdad de la sociedad, el odio y el temor, la esperanza y la utopía, el amor y la lucha!

Independiente de lo que piense, mi profesión, mi nivel socioeconómico, mi credo, mi partido político, mi amor por los chontaduros y los atardeceres Vallecaucanos, mi nivel de bilirrubina o de las tabletas de medicamentos que he usado y abusado, el asesinato de una mujer, el asesinato de un hombre, el asesinato de un Colombiano que hace lo mejor para su comunidad tendría que dejarnos sin dormir. ¿Que vamos a hacer?

Nos están matando.