sábado, 25 de julio de 2015

De los amores platónicos.

Cómo si tuvieran que ser tomados con guantes de seda. No sumergirse en el océano profundo de secretos. Sólo observar el majestuoso acuario dónde habita, efímero, intocable. De esos amores platónicos que al pensar simplemente sonríes y te llenas de energía y piensas que tal si... Pero que simplemente deseas escuchar como se mueve el agua y sientes que así es perfecto.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Bastante orden y armonia en la ejecución de las palabras.

Unknown dijo...
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