1. Levantarse un poco más temprano: Así se puede hacer más cosas y el día se aprovecha mejor.
2. Reflexionar u orar: Sea cual sea la concepción que uno tenga de Dios, es importante dedicarle algo de tiempo, vivir en espiritualidad, dar gracias por cada día que empieza y termina. Pensar de que manera puede mejorar nuestro paso por el mundo.
3. Comer más sano: Evitar consumir los alimentos ricos en colesterol y carbohidratos, son deliciosos y a la mayoría "Nos encanta". Prepararse algo nutritivo. Hay que pensar en nuestra salud. Es preferible comer pastas con atún, un emparedado de jamón que, aunque deliciosa, una BigMac (nada en contra de McDonalds).
4. Leer más y ver menos televisión: La lectura siempre nos abre las puertas a un mundo de realismo mágico. A muchos les gusta acompañar la lectura con música, hay quienes solo pueden en completo silencio. Es mejor leer, conocer, aprehender y no estar sometidos al hipnotizante suplicio de la "caja tonta", que nos arruina el pensar, es mejor optar por un buen libro.
5. Hacer ejercicio, deporte o artes: Es muy importante para el cuerpo y a la mente. Ir al gimnasio, a nadar, jugar ajedrez, ir a bailar, practicar dibujo, tomar clases de pintura, fotografía o de danza, nos permite entender que la vida es más que trabajar durante el día, llegar a cenar y ver televisión por las noches. Dejar la monotonía y dar rienda suelta a esa parte practica, hábil y capaz de explorar y formar una mejor persona.
6. Salir regularmente: La idea es tomar aire, caminar, quitarse los zapatos y sentir la tierra, volver la cara al cielo, cerrar los ojos y que el sol caliente el rostro. Recibir el rocío de la mañana. Ver el atardecer. Formar figuras uniendo las estrellas. Caminar por los parques. Escuchar las olas del mar, río o de algún lago. Lo importante es aprovechar los espacios disponibles.
7. Compartir con quienes uno ama: Se nos va la vida corriendo, y nos percatamos tarde de que tenemos gente que nos ama y a quienes muchas veces descuidamos. Con la “madurez” no tenemos tiempo para compartir con nuestros papás, por ejemplo. Ellos nos cuidaron y durante nuestra infancia y adolescencia estuvieron permanentemente a nuestro lado, pero hoy son“familiares de domingo” y a veces ni eso. Nada cuesta sacarlos a almorzar o,mejor aún, llegar a la casa y prepararles un rico almuerzo, conversar de sobremesa y ver llover en la casa donde uno creció. Cuando se esta joven, solo se piensa en diversión y pasar la bien, no dejar que la vida se nos resbale de las manos. Pero hay que pensar que uno pertenece a un club selecto : LA FAMILIA. Nunca es tarde para empezar.
8. Conocer gente nueva. Abrirse, saber que existen universos nuevos, diferentes, interesantes, en las mentes de otras personas. El mundo automatizado y temeroso de hoy nos está robando el tesoro valioso de la espontaneidad y la extroversión.
9. Hacer lo que realmente deseamos. Que es mejor que esto. Poder reír y sentir placer al hacer lo deseado. Conocer el mundo. Componer canciones. Ayudar a la gente enferma. Defender el país. Volar. Conducir. Navegar. No sentirse obligados o atados a algo que no deseamos... una carrera, una vida!!.. Pensar bien las cosas, para no hacer sufrir a la familia, a los que nos rodean o a uno mismo.
10. Pensar antes de hablar. Ya lo decía, Rene Descartes "Cogito Ergo Sum". La cortesía, la amabilidad y el respeto deben ser primordiales en nuestras palabras.
11. Enamorarse: Poder compartir con alguien que nos apoya, se siente a gusto, seguro y confortable. Respetarle y amarle. Lo más importante es como se comporta uno al estar al lado de esa persona.
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