miércoles, 2 de noviembre de 2011

De Mis Historias de Amor

Les contaré una Historia de Amor, como las que me gustan a mí por ser tan enamoradizo! Bueno empezaré, esta es una historia de verdad, cuando la escuche no pude aguantarme a escribirla y bueno espero que cuando la lean, en especial estos chicos que se aman puedan sonreír más.


Hoy fue un día inolvidable! Tuve la oportunidad de conocer aún más al petit que logra convulsionar mi vida...
Después de entablar una corta y amena amistad ayudados por la internet, decidí dar el paso más importante, poder conocerlo a la cara... poder ver sus ojos con mis ojos. Fue extraña la manera en que nos encontramos... o bueno en la que él me encontró. Cierto día de junio en que ya empezaban los exámenes finales y que solo faltaban algunos recuperaciones e incluso algunos compañeros ya terminaban y salían victoriosos y otros con nubarrones en sus ojos; por mi parte solo me faltaba una presentación final y seria libre... bueno libre entre comillas, por que debería regresar a mi burbuja, allá en la montaña del Oeste desde donde en las noches taciturnas, pienso cuantas familias estarán riendo, llorando o son como la mía, que no tiene madre, pero si dos lados femeninos, que no permitimos que la casa se llene de grises y de tristezas, en donde nos acostumbrados a llorar en esquinas para evitar ser vistos. Me desvié del tema, prometí que sería algo romántico y debo cumplirlo. Ya cansada y agotada de todos esos exámenes, me acosté como ballena encallada en el suelo junto a mi mejor amiga, Andrea, quien ama a los parásitos y cuanta cochinada se le atraviese, lástima que no estemos en el mismo semestre pero aun así es mi mejor amiga. Empecé a quedarme dormida, cuando vi que me estaban tomando fotografías. A mí me agradan las fotos, pero que no me tomen fotos cuando estoy en condiciones paupérrimas. Eran chicos y chicas de la facultad, que por distraerse empezaban a jugar y bueno como este era el último día en que nos reuniríamos todos en la facultad, ya que poco quedaba para estar allí. En ese mismo momento Andrea, me presento más de sus compañeros y amigos y bueno, ya parecíamos como si de toda la vida nos conociéramos... Nos empezamos a fotografiar. Bueno... era hora de mi reunión, extensa pero gratificante y ahora si era libre, libre de estar en esta facultad... ahora si podía pasar noches enteras sin dormir y esperar en mi portal, pensando en el suelo y mirando las estrellas... No soy ninguna uraña, solo que aprendí a vivir de la soledad y me gusta mucho... y más porque en mi casa hay muchos sitios donde uno se puede perder del mundo. 

Tiempo después vi que habían subido las fotografías a las redes sociales y que muchos me habían escrito y bueno ya tenía más amigos de la facultad... Bueno debo decir que yo era la más adelantada de semestre.. estaba terminando tercer semestre, y bueno ya estaba muy feliz porque pronto empezaría a ver anatomía, y bueno ansiando poder quitarme ese uniforme gris ratón de Básicas! Entre todos esos mensajes, había el de alguien al que no conocí esa tarde. De hecho no era de la Universidad y lo extraño no era de la ciudad. Me asuste... Quien era ese tipo? que me quiere conocer más? que me vio en el Hall?? Oh Dios!

Y así fue, al principio pensé mal del "tipo" pues empezó amistoso, a decirme que vio mis fotografías y que me había visto en la facultad, cuando había ido a visitar a un amigo! Que susto tan bárbaro me estaba dando. Me sentí acosada. No comprendía como alguien de Manizales estaba en mi facultad, como vio las fotos, porque conocía a mis nuevas amigas... A su tiempo fue explicando todo. Todo coincidía. Le creí. Empecé a ver al chico con otros ojos... Pasó de ser un simple desconocido, a un invasor de mi alma y mente. Pregunté a mis amigas quién era? Me decían que era un chico que visitaba a sus amigos en la Universidad y que estudiaba lo mismo que nosotros, Medicina. No sabía si sentirme halagada, feliz o desconfiada. Recuerdo cuando hablábamos sobre como éramos cada uno... no me iba a dejar ganar de un "despreciable desconocido" que aparentaba ser más extraño que yo! si yo me podía declarar la chica más inentendible de todo el Suroeste de la Nación. La verdad empezó a agradarme, a reírme con él, de sus anécdotas de sus chistes... Y deseé conocerlo. Podría arriesgarme, pero era conocido entre mis conocidos, pero de hecho mi amiga Andrea, me dijo que me cuidara de él... que ya le habían dicho que era un chico de la élite de Manizales, un burgués más y que tendía a olvidar a las personas fácilmente... que no me ilusionara. Qué hacer? Seguir el consejo de mi mejor amiga? o intentar algo con este chico que me hacía sonreír más que cuando se le caía la red a mi hermana menor? Pues seguí a mi corazón.... Tal vez el chico fuera el picaflor que terminara por chuparme la última gota de felicidad que me quedaba o incluso abastecerme de más néctar. 

Los meses pasaban y yo feliz con mi nuevo amigo a distancia... Fue genial cuando escuche su voz, hablamos cerca de dos horas y ya sentía que lo quería pero temía decirlo... podría pensar que yo era una "busca chicos" y no quería más de eso; pero fue muy lindo descubrir, que mientras me sentaba en el balcón a recibir los rayos de Luna, me dijo: yo no quiero presionarte a que uses ninguna palabra, sé que no lo deseas...Allí yo tome fuerzas prestadas hasta del vecino que a esta hora estaba en el baño quejándose... para decirle la verdad, lo que sentía... Te quiero le dije dulcemente. Y recibí a mi vez, un Te quiero también.... pero no me lo dijo en español... lo dijo en Japonés... el lenguaje preferido por él... su mente niponesa, convertía nuestras conversaciones en un crucigrama.. yo debía leer términos, aprender de personajes, identificar letras... 

Fueron cortas las vacaciones y de nuevo el mundo se volvió libros, se volvió sangre, se volvió olvido y de nuevo mi cerebro se saturaba de Medicina, y a dejar de nuevo el querer... que cada día era un sinsabor... 

Pasaron cerca de 3 meses... 3 meses de vernos por cámara, de ver fotos, de hablar por celular, de mandarnos mensajes de texto y e-mails... así que nuestra amistad era gigante. Se dio la oportunidad de verlo... y yo a nadie le había dicho que iría a visitarlo. Ni a mi mejor amiga, que solo le decía que hablaba con él de vez en cuando... Falso! Hablaba a diario... incluso más que con mi papá y mi hermana!  Como diría la Abuelita: "Se le metió a la vida y anido, prácticamente" 

No les he dicho su nombre??
Este chico se llama Sebastián Zuluaga de Manizales. Estudiante de la Universidad de Caldas y a quien mi corazón quería entregar. Él chico si le había contado a algunos de sus amigos, sobre su "conquista" Caleña.. pero no la verdad de nuestro encuentro. Habíamos acordado decir que nos conocimos en un congreso de Medicina en Cali...

Mi corazón latía como una bomba, mientras recorría las carreteras que me llevarían a otra ciudad, hablaba con él, que me esperara, que ya iba. Fue una locura, pues llame a una de mis tías y le dije que deseaba pasar unos días en Manizales...Ella que no la veía desde mi primera comunión, dichosa acepto. Cada kilómetro más cerca de Sebastián me hacía sentir algo impotente... me decía a mí misma que por el amor a Dios no fuera a tartamudear. Llegue donde mi tía, muy acelerada charle con ella y le dije debo ir de inmediato a la U. Caldas, debo entregar un recado... mi corazón. Mi tía me dijo que me fuera en taxi, que no podía llevarme en auto, pues mi tío andaba en este. Le dije que sí y de inmediato me fui a la facultad. Le llame: ya estoy afuera... al frente.- Ya!!! Noooo, en serio - Siii- estoy afuera... subiré las escaleras...

Al subir las escaleras, vi a dos chicos juntos caminando hacia mí, los dos muy similares... Sebastián luego me diría, que ese otro chico, es uno de sus mejores amigos, Daniel Franco, quien le dijo: Si no le besas te golpeo... Las subí y Sebastián extendió sus manos para abrazarme y yo sonreía nerviosa mirando a mí alrededor. Yo llevaba un vestido azul de cuadros, con medias de Nylon delgado de color cerezo y unas delgadas zapatillas... Estaba muy feliz... me creía una princesa. Sebastián vestía un saco negro y su uniforme de estudio. El momento llego... Nos unimos en un abrazo largo y conmovedor en la puerta de entrada de la facultad, no quería despegarme de él, quien me dio un beso en la mejilla que duro eternidades, luego se despegó de mí y seguíamos sonriendo como tarados, recostados en un muro por que el temblor no nos dejaba seguir... y allí fue donde puede observar mejor a ese ángel, que cautivo mi ser... 

Su roja faz, su melena soleada, su armadura tibia y lustrada, me hacen enloquecer en cuestión de segundos por su hermosa equidad mórfica, con perlas en su boca que a la Luna quieren opacar, y su nipones mente me atrapa en nubes eternas de mortal placer...



Junto a ti.



Le deseaba como a nadie, su belleza incrementada por el sol de las 5 de la tarde... Me latía el corazón, quería besarlo en la boca. Me llevo a la facultad, me presento a Daniel y decidió llevarme a comer algo.... cuando subí a su auto, muerta de miedo y pavor, pero sintiendo más que puro amor, sus labios rosas y los míos rojos, se unieron en un beso que jamás dejo de recordar... y fue más que mágico por que el Sol nos brilló en los cabellos y el viento nos rodeó....Nuestros labios unidos como uno, respirando el mismo aire y nuestros ojos cerrados, dejamos de escuchar el mundo y solo sentíamos el corazón de cada uno. Al fin pude decir que había encontrado a mi alma gemela... Al ser que amaría por siempre, así estuviera tan lejos de mí y lo viera cada milenio! Mi corazón y el de él, me daban la razón... Es AMOR.

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