lunes, 3 de octubre de 2011

De Pisos y Pies.

Es muy común que cuando mis pasos recorren un nuevo piso, me llame la atención a su estructura, sus dibujos y tratar de buscar figuras y rostros.Es normal que cuando no tenemos a alguien al lado o estamos sentados o caminando en círculos, miremos al suelo, este suelo que es pisado por millones de pasos cada día. Y fue desde allí que mi idea de poder juntar a pisos y pies... pies cubiertos por zapatos; estas estructuras protectoras que invalidan más el acercamiento entre pisos y pies. Me pongo a pensar y a ver como usamos de manera estridente estos artículos que en muchas ocasiones se convierten en un modelo a seguir, en un impulso,en algo estético, en una necesidad de tener para no quedarse atrás. Recuerdo en el colegio cuando uno debía tener las zapatillas de moda, las zapatillas de Camilo, de Juan, de Ricardo o de Diego y que estos no podían ser los "chibis" o los de baja categoría. No. Debían ser PUMA o Nike, All Star o Tiguer. Tiempos aquellos, pero bueno aún uso estas marcas y ese gusano de moda se sembró en mi mente y no negaré, pero esas zapatillas son excelentes, cómodas y "aguantadoras".


Cuando observo a la gente que pasa por mi piso, por el piso que fotografiaré con mis zapatos, veo como desfilan cientos de diversos modelos, colores negros, rojos, naranjas, azules y verdes fosforescentes, zapatos brillantes, de tela o de cuero, botas negras, felpudas y hasta pantaneras, tacones altos y bajos, tennies, zapatos, zapatillas, converse All Stars de muchos colores, de boticas y de los nuevos con estrella de cuero, y los converse de Venus, sandalias y hasta Crocs; Zapatos formales lustrados y sin lustre. Calzados solos, acompañados, calzados de bebes que aún no caminan pero cubren del frió, calzados de indigentes, calzados de niños ricos, calzados de deportistas y de abuelitas, que ya se ven gastados de tanto ser arrastrados. Calzados besándose, calzados tomados de las manos y calzados obligados a estarlo. 


Y los pisos tan sucios, tan limpios, tan llenos de Clorox, tan bronceados, tan perfumados, algunos orinados y pocos transitados, otros demasiado transitados que los calzados que se confunden y ni el piso logra verse. Algunos pisos son cubiertos por alfombras, tapetes o hay pisos prohibidos. 


Pisos Y Pies. 


Todos caminan... algunos se arrastran y otros cuelgan de sillas de ruedas. Algunos zapatos sin estética. Otros que se salen de ella. Calzados que son tomados de un anaquel, de una caja o de una estantería más adornada que la cabeza de Lady Gaga; esperando que sean escogidos por la personalidad de su comprador llevados a andar por estos pisos de círculos, cuadritos, lineas, de azulejos, de charcos, de adoquines redondos, curvos y cuadrados; pisos que suben y bajan, rotos y remendados, de colores y en blanco y negro, por suelos de lodo y tierra, y por pisos de mármol y piedra; preparados para ser pisados, arrastrados, rozados y ensuciados de barro, agua, y estiércol de aves, perros o vacas.


Al llegar a casa, nos quitamos este calzado que ha pisado las pisadas de desplazados, de militares, de amas de casas, de banqueros, de médicos, de enfermos, de estudiantes, del clero, del campesino, de la maestra, de perros y palomas, de autos, de carretillas, y algunos que se convierten en cama y hasta en casas... De mis pisos y pies, he observado como según la personalidad y él día estos calzados cambian de pies, cambian de uso, cambian de piso, cambian de vida. Pero siguen caminado, siguen pisando, mientras los pies les digan por donde andar... Pisos y Pies... Pisos y calzados.

2 comentarios:

Diana Ariza dijo...

Que buen blog... me gusta mucho esa reflexión Pisos y pies.....pisos y calzados. (Y)

Eduardo Valderrama dijo...

Muchas gracias!! Que estes muy bien y gracias por tu comentario!